llamado
G8/G20 Llamado de Dijon :
Deauville, no beberemos de tu agua !
2011, en su tercer año, « la » última crisis del sistema financiero y bancario se volvió en Europa una crisis de Estado. Después de haber regalado miles de millones a los bancos y a las grandes empresas, los gobiernos dicen no poder asumir sus deudas y organizan, con la ayuda de las instituciones internacionales (FMI, Banco Central Europeo), los planes de austeridad: reducción de los salarios, de las ayudas sociales y de las pensiones, despidos masivos, privatización de los servicios públicos, destrucción de los derechos sociales…. Aunque se desarrollen movimientos de rebelión en varios países: Grecia, Rumania, Inglaterra, Italia, Francia, las políticas de fractura social no paran y empiezan a tener efectos: Explotación y desigualdad en crecimiento, represión de los migrantes y desarrollo de técnicas de control, sectorización urbana según los estratos sociales… Efectos acompañados y sostenidos por una propaganda mediática bien rodada y potentes políticas de seguridad para mantener ese conjunto e impedir todo desbordamiento.
Al nivel global, el planeta padece de todo tipo de contaminación, cientos de millones de seres humanos están expuestos al hambre y la sed, guerras perduran y las instituciones internacionales con las multinacionales se regocijan, pues miles de millones llueven y el poder de decidir que tienen sigue extendiéndose. La “gestión de la crisis” sirve de justificación a esas instituciones para permitirse lo que sea, eso sin confrontarse a ninguna resistencia coordenada. Es en este contexto que los “poderosos” del mundo se disponen a reunirse en las ciudades francesas de Deauville (G8, 26 y 27 de mayo) y Cannes (G20 en noviembre).
Acerca de las primeras platicas
Al final de noviembre 2010, un encuentro se desempeñó en el espacio auto  gestionado  “des Tanneries” en la ciudad francesa de Dijon para hablar  de las posibilidades de organizar la resistencia en contra de esas  cumbres. Este encuentro tuvo lugar después de organizar varias “tardes  de reflexiones militantes” sobre el tema de las contra-cumbres en  decenas de ciudades,  sobre todo en Francia y Alemania. Éramos un  poco  mas de 80, provenientes de varios países, a encontrarnos para platicar,  sobre bases anticapitalistas y anti autoritarias claras, de nuestras  ganas e ideas para los próximos G8 y G20. En la espera de otros  encuentros y reuniones, aquí les transmitimos a que reflexión hemos  llegado.
No ir a Deauville: abrir el horizonte de las contra-cumbres
Si alguno(a)s participantes expresaron la voluntad de movilizarse  directamente  en Deauville para contestar en contra del G8, fuimos  mucho(a)s a no querer reunirnos en el lugar de la cumbre. La primera  razón es táctica: No queremos ir donde nos esperan las fuerzas  represivas, en el lugar que escogieron y donde se habrán ampliamente  organizado. Las contra-cumbres de Estrasburgo, Copenhague y Bruselas  fueron instructivas: no queremos más servir al entrenamiento de las  fuerzas del orden a las técnicas de contra insurrección. Las primeras  contra-cumbres internacionales fueron novedosas trayendo en el espacio  público una crítica teórica y práctica del  capitalismo y produciendo a  veces situaciones incontrolables para el poder. Esas primeras  contestaciones lograron denunciar la ilegitimidad de las cumbres  oficiales y las forzaron a apartarse de los centros urbanos para  atrincherarse en lugares fortificados. Sin embargo desde Génova, la  gestión de las protestas por la policía se ha desarrollado  abundantemente mientras que nuestras técnicas conocieron solo cambios  menores, demasiadas veces estamos en posición de aguantar  sin poder  actuar. Sin desvalorizar lo que se hizo en esas ocasiones, las cumbres  oficiales de la OTAN en Estrasburgo o del G8  en Heilligendam,  se desarrollaron sin sufrir ningún daño o  contratiempo. Deauville es una pequeña ciudad balnearia burguesa que  será sin duda militarizada y cuya población nos será hostil: Las  posibilidades de bloquear  eficientemente la cumbre del G8 (o la del G20  en Cannes) nos parecen casi nulas. Para terminar, no queremos  participar, una vez más, al gran juego mediático y a la  instrumentalización  política que se hará.  No queremos más desgastar   nuestra energía dando demasiada importancia a cumbres que, de imposturas  en fracasos,  han caído ellas mismas en descredito. El sistema se  hunde, organicemos el relevo. Nuestro porvenir no depende de Deauville o  de Cannes.
Sin embargo, pensamos que sigue siendo necesario  cuestionar  radicalmente lo que representa el G8 y el G20: el capitalismo y las  sociedades cada vez más violentas, desiguales e individualistas que  genera. Esas cumbres oficiales son donde se organiza y se legitima las  políticas capitalistas mundiales cuyos efectos estamos combatiendo cada  día. Queremos seguir movilizándonos al nivel internacional en contra de  esas instituciones, pero pensamos que es más eficiente hacerlo apoyando  las luchas locales, multiplicando los puntos  de ruptura y de  resistencia.
El tiempo del encuentro
Aunque pongamos en tela de juicio la forma clásica de contra-cumbre, los  momentos de convergencias internacionales nos parecen aun  imprescindibles. Uno de los principales intereses de las contra-cumbres  siempre fue las oportunidades de encuentros, intercambios de ideas y  prácticas, así como la vida colectiva sobre bases igualitarias. Esos  momentos en común, refuerzan nuestras luchas y  posibilidades de acción,  nuestras  reflexiones, y nuestros anhelos.  Por otra parte, los  campamentos de las contra-cumbres padecen de la presión del tiempo, la  urgencia de una semana que transcurre, y la represión policiaca. Por  esas razones, muchos participantes del encuentro de Dijon decidieron  poner sus energías en común para organizar un campamento de larga  duración durante el verano. Varios sitios han sido propuestos con la  característica común de envolver luchas locales.
Lugares de convergencias serán probablemente organizados en Deauville o  muy cerca durante la cumbre del G8. Pero por nuestra parte, queremos  organizar un lugar de encuentro y de vida que sea fuera de la urgencia,  que nos permite realmente desarrollar y fortalecer nuestras redes, más  allá de las fronteras, del compartimiento de luchas o de los entornos  políticos. Ese campamento será un espacio autónomo para tomar el tiempo  de pensar las preguntas teóricas y prácticas pero también par  (re)aprender a trabajar juntos y a coordinar nuestras estrategias y  nuestras acciones. Por último será compartir una vida en común,  intercambiar nuestras experiencias y las alternativas que ponemos en  práctica a diario.
Unir las luchas, escoger los sitios
El encuentro de Dijon la importancia de reunirse con las poblaciones en  lucha ha sido muchas veces evocada. El movimiento en contra de la  reforma de las pensiones que acaba de finalizarse en Francia dejó un  sabor amargo  pues muchos querían seguir luchando en contra de las  políticas gubernamentales. Muchas otras luchas suceden por todas partes,  en Francia y en Europa, las políticas contra las que se opone más y más  gente son las mismas, llevadas al nivel local, nacional o mundial. Las  luchas como la rebelión griega del 2008, la campaña “anti-castor”  (transporte de residuos radioactivos entre Francia y Alemania), o las  comunidades de Oaxaca y Copenhague muestran que nuestra fuerza es  desmultiplicada cuando está vinculada con las luchas de las poblaciones  locales. Por otro lado, traer preguntas y posiciones anticapitalistas en  luchas locales permite ampliar más las perspectivas. Por eso deseamos  difundir la crítica y la contestación en contra de las políticas  mundiales de los G8-G20 y de sus consecuencias locales hacia lugares,  ciudades y asambleas donde no son  habitualmente presentes. Una caravana  auto gestionada y abierta a todo(a)s saldrá próximamente de Lyon hacia  los pueblos y las ciudades de Francia, con el objetivo de movilizar  acciones en contra de los G8/G20.
Par no volver a cometer los mismos errores del pasado, para que el  montón de fuerzas policiacas en Deauville se vuelva una ventaja y no un  problema, llamamos a la organización de acciones descentralizadas  durante el periodo del G8,  en Francia y en otros países. Sin tener la  intención de disuadir a los que quieran de ir a Deauville, llamamos a  que se constituyan grupos en todas las regiones de Francia y del mundo y  que se organicen localmente para emprender acciones descentralizadas,  en lugares y sobre temáticas que quieran. Acciones de blocaje de los  flujos económicos, o ataques en contra d los símbolos del estado y del  capital, manifestaciones, ocupaciones, zonas de autonomía temporales,  difusión de textos y palabras… Las posibilidades son numerosas, estamos  en todas partes.
El éxito de esta estrategia depende de la capacidad de movilización de  grupos locales. En esa óptica, esperamos que el campamento auto  gestionado será el prolongamiento de esa dinámica, un lugar de  convergencia de grupos locales, regionales, internacionales auto  organizados, y un espacio que permita analizar los resultados de las  acciones en contra del G8 y considerar las próximas movilizaciones  internacionales, empezando con las del G20. Esos tres momentos (G8,  campamento, G20) serán la ocasión de experimentar una nueva etapa en  nuestros movimientos de lucha, pasar a otra fase en la elaboración de  estrategias, de tácticas colectivas en contra de las instituciones  internacionales. Es al final, un intento de incrementar nuestra  capacidad de acción y nuestras posibilidades de reflexión y de auto  organización.
Empiecen a organizarse localmente, difundan este llamado y vengan a compartir sus ideas:
Proximo encuentro internacional: Paris, 4, 5 y 6 de febrero….



